Desde este martes 10 y hasta el miércoles 18 de octubre, está previsto que las organizaciones con fines políticos postulantes, debidamente acreditadas ante el Consejo Nacional Electoral, participen en la ejecución de la auditoría de los datos y de los códigos fuente de las máquinas de votación que serán utilizadas durante la elección presidencial del 3 de diciembre de 2006.
De acuerdo con lo planificado, previo a cada proceso electoral, el Consejo Nacional Electoral aprueba que las organizaciones con fines políticos, que hayan postulados candidatos, revisen el código fuente y el archivo de configuración que será utilizado en las máquinas de votación, así como el hardware.
Durante estos ocho días en los galpones del CNE en Filas de Mariche, los representantes de las organizaciones con fines políticos conjuntamente con los técnicos del Consejo Nacional Electoral definen las claves para generar los mecanismos de seguridad para la programación y para los archivos de configuración utilizados en las máquinas de votación que serán distribuidas en todos los centros donde se ejercerá el derecho al sufragio.
En la primera fase, la empresa encargada de la elaboración del software realiza la presentación de la metodología a seguir durante la auditoría. El equipo técnico del ente comicial, por su parte, hace una exposición en torno a las áreas que abarca el sistema automatizado y al funcionamiento de las máquinas de votación. Se explican los alcances de la revisión de hardware y software, se certifica que se introducen los datos de la tabla mesa y del Registro Electoral del centro de votación al que corresponde la máquina y se lleva a cabo la prueba en la máquina de votación, ante la observación de los representantes de los partidos.
Posteriormente, se pasa a la etapa del código fuente, en la que participan los representantes de los partidos, para la creación de la firma electrónica y para la introducción de las claves que sirven a los procesos de encriptamiento. Estas claves se dividen entre el número de organizaciones asistentes a la auditoría, formando grupos hasta de cuatro representantes para su formulación.
El director de Informática del CNE, Leonardo Hernández, explicó que en la auditoría, los representantes políticos observan los códigos, líneas de información o software, y estos datos arrojan una firma electrónica que siempre tendrá una misma cifra, porque no es más que un algoritmo con el que siempre se obtendrá el mismo resultado, cada vez que se trabaje sobre la misma programación.
Agregó que si llegase a hacerse algún cambio, por mínimo que sea, en la programación de las máquinas, la firma inicial cambiaría. Esta es la firma que manejarán todos los actores involucrados para revisar, al momento de producción de las máquinas, que el programa a instalar sea idéntico al que fue auditado y certificado por todos.
La auditoría de datos y código fuentes también tiene como finalidad demostrar la inviolabilidad del derecho al voto, pues certifica que la máquina no guarda ningún tipo de secuencia interna y confirma elementos de seguridad para evitar que el voto pueda ser vulnerado.
Los representantes de los partidos reciben explicaciones técnicas sobre la forma cómo la máquina almacena la información en forma aleatoria, lo que hace imposible que se lleve un esquema de secuencia del voto emitido.
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